España puede ser vanguardista sin rechazar su pasado, su arte y sus tradiciones. De hecho, puede que sea la clave de nuestro auténtico desarrollo. Y es que no sabemos lo que tenemos, hasta que no lo miramos desde lejos.
Con esta mirada, Casa Maricruz ha sabido comunicar el valor de la artesanía poniéndolo en contraste con la estética más actual. Un choque entre pasado y futuro que es nuestro verdadero presente. La artífice de todo es María Estrada, su fundadora, que ha conjugado con maestría todos estos ingredientes mostrándonos piezas únicas de la artesanía española desde una visión rompedora.
Casa Maricruz viste la mesa con cerámica de Granada, cristal de Mallorca o vajillas de Cáceres. Un repaso por el trabajo hecho con técnicas ancestrales de nuestro país que la firma, pone en valor.
Ambas marcas compartimos esta herencia y filosofía: crear con las manos, salvaguardar y mantener vivos procesos y al mismo tiempo mirar hacia el futuro.
P. ¿De qué inquietudes surge Casa Maricruz?
R.- Casa Maricruz empieza a rumiarse, como no, fuera de España, porque hay un mecanismo identitario por el que pasamos todos los "expats" cuando la morriña y la nostalgia nos invaden al estar lejos. Echar de menos es siempre mejor que echar de más, que es lo que a veces pasa cuando estás dentro y la rutina convierte lo exótico en rancio y casposo.
Sin embargo, cuando estás lejos de tus raíces, o al menos cuando yo he estado lejos de las mías, ha habido una luz permanentemente alumbrando a toda la idiosincrasia nacional, al folclore y todo lo que nos hace distintos del resto del mundo. Es en ese contexto en el que se empieza a gestar Casa Maricruz.
Viviendo en Los Ángeles, USA, reconecto con España , empiezo a profundizar en la tradición y esto me lleva a la artesanía, por la que yo siempre había sentido una atracción especial. Desde entonces, mi base de datos de artesanos no ha parado de crecer. Es alucinante descubrir que, prácticamente en cada pedanía de España, hay una artesanía propia, pero también es triste descubrir que la mayoría de ellas están extinguidas o en peligro de extinción.
P. ¿De dónde nace esa sensibilidad por lo tradicional y la artesanía?
R.- Creo que esa sensibilidad siempre ha estado latente en mí y la asocio mucho a mis abuelas, a mi madre... Siempre me han atraído las cosas que pertenecieron a alguien antes que a mí. Un jersey con el olor de mi abuela, un pañuelo hecho en Japón, una figurita africana... desde pequeña he jugado a inventarme las vidas por las que ha pasado ese objeto y creo que es esta capacidad para contar historias lo que me fascina también de la artesanía.
No puedo evitar imaginarme a la persona que hay detrás de las cosas. Me gusta pensar en su energía y en que un poquito de ella está enfrascada para siempre en cada objeto que sale de un taller artesanal.
P. ¿Tenías claro desde un inicio que querías enfocar tus piezas a la vajilla?
R.- Los valores que se desprenden de una mesa española representan de maravilla todo aquello que debemos recuperar si queremos hacer de este planeta un lugar más amable y habitable. Empezando por las recetas, sencillas, con producto de la tierra, cocinadas sin prisa y terminando por la sobremesa, en la que se escucha, se comparte, y sobre todo, se disfruta sin mirar el reloj; todo lo que hay alrededor de una comida mediterránea nos gusta y nos representa, por eso hemos querido empezar por ahí.
P. Sabemos que trabajas mano a mano con los artesanos, transmitiendo tus ideas, diseños...¿Podrías resumirnos el proceso de creación y producción de las piezas?
R.- Primero detectamos el proceso artesanal que queremos, luego empezamos a debatirnos entre artesanos y una vez tenemos claro con quién queremos ir, nos ganamos su confianza. Esto último es fundamental, porque trabajamos con artesanos tradicionales, acostumbrados a realizar su obra de manera secuencial y a menudo sin alterar el proceso que aprendieron de sus maestros.
Por eso, entender que todos remamos para el mismo lado, es lo que hace que los artesanos confíen en nosotros. Cuando esto pasa, y no antes, les proponemos nuestras ideas y los cambios que queremos hacer en las piezas tradicionales. Repensamos formas, colores, texturas, dibujos y matices, intentando adaptar la esencia de la tradición al mercado contemporáneo, para conseguir piezas modernas y tradicionales a la vez, que ya no solo tienen cabida en los estantes de una casa de pueblo.
"Cuando estás lejos de tus raíces, o al menos cuando yo he estado lejos de las mías, ha habido una luz permanentemente alumbrando a toda la idiosincrasia nacional, al folclore y todo lo que nos hace distintos del resto del mundo."
P. Tenéis colecciones vinculadas a diferentes puntos de España: Granada, Mallorca, Cáceres,... ¿Por qué esos lugares?
R.- Estas que enumeras son las áreas y las artesanías que nos cuadraron para la primera colección, pero no queremos dejar ninguna provincia sin tocar. Para la próxima colección estamos trabajando en piezas increíbles que involucran a nuevas zonas de la península, así como de las islas.
No podemos contar mucho más, pero estamos viajando mucho ;), y no, no creo que salgamos de España, porque aquí tenemos artesanía para aburrirnos, pero no toda se conoce.
"Todo lo que hay alrededor de una comida mediterránea nos gusta y nos representa, por eso hemos querido empezar por ahí..."
P. Nos encanta la imagen de marca. Esa reinterpretación de escenas cotidianas y escenarios tradicionales con tintes contemporáneos.¿por qué ese enfoque creativo?
R.- Porque la gente joven es el futuro de la artesanía, tanto como compradores como relevo generacional, y es a ellos es a quienes queremos hablar. Si no les comunicamos a ellos, si no les hacemos entender la relevancia histórica, cultural y sostenible de la artesanía, el futuro de la artesanía será gris, muy gris.
Hay que darles información, explicarles que poseer un millón de cosas sin valor les está vaciando y que si poseemos menos cosas, pero creamos vínculos fuertes con ellas, no solo seremos más respetuosos con el mundo en el que vivimos, sino que además seremos más felices.
P. ¿Consideras que España es moderna?
R.- Uf.... Esta pregunta es difícil. El pueblo español desde luego es más moderno que nuestros políticos, instituciones y empresarios, pero todavía tenemos muchas capas de prejuicios y convenciones sociales que no nos dejan ser totalmente libres y por ende, modernos.
Aun así, veo cosas que me gustan de la gente más joven, aunque también veo muchas sombras... pero desde luego tienen menos prejuicios que nosotros, y eso es positivo.
"...la gente joven es el futuro de la artesanía, tanto como compradores como relevo generacional, y es a ellos es a quienes queremos hablar. "
P. ¿Planes de futuro?
R.- Queremos seguir descubriendo artesanos y ojalá convertirnos en un referente de la industria. Si pienso en el futuro a largo plazo, imagino a Casa Maricruz más como una institución que como un ECommerce y ojalá en unos años existan las becas Maricruz para que jóvenes artistas puedan aprender de los maestros artesanos y ayudar a que el relevo generacional se produzca.
Filosofía de slow fashion y de puesta en valor de productos hechos con las manos.
Piezas que ayudan a mantener latentes procesos que forman parte de nuestra identidad.
Eso es Casa Maricruz, y no podemos sentirnos más identificados con ello.
Su lema es "The Future is handmade" a lo que nosotros añadimos: "o no será".